Buen perdedor

¿Sabes? jamás creí que me sucedería esto y hasta cierto punto me rehusaba a sentirlo, quizás porqué en una ocasión ya estaba dando síntomas esa sensación extraña, un poco desagradable; pero todo pasó tan extraño, rápido y complicado que no me dio tiempo de saber en qué momento llegó.

Lo sé, las reglas del juego estaban puestas sobre la mesa antes de iniciarlo, si, lo sé, y creí que sería el gran triunfador, pero lamentablemente el juego me jugó un mal juego y ahora estoy pagando mi derrota, y créeme que es muy grande el precio que estoy pagando.

Intento olvidar lo que duró el juego, el inicio, proceso y sobre todo el final, pero tus marcas aún siguen presentes, tu aroma aquí está. Admito que durante dicho juego intenté ser frio, consciente, indiferente e inteligente, pero tus armas (mirada, voz y sobre todo sonrisa) me vencieron en dicho intento.

Desde que te conocí supe que eras muy inteligente y creí que no sentiría nada por ti, pasó el tiempo y seguía con esa idea, pero en el proceso del juego algo cambió, supongo que olvidé las reglas. Sí, eso pasó (o eso intento creer).

Ahora todos estos errores que cometí están presentes, los tengo aquí, dentro de mi pecho, inundando y creando una sensación de vacío, una sensación de un suspiro atorado a punto de salir.

Son las 3 de la mañana. Han pasado 2 días desde que te fuiste con tu victoria, 2 días que he intentado saltar esta derrota, pero admito que aún lo puedo lograr.

Sé que pasará, pasará y sin darme cuenta estas heridas que están sangrando se curarán. Sé que un día podré ver aquel retrato que nos tomamos y diré: Gracias por esos momentos.